Hace algún tiempo que vengo tomándolos...y aunque a priori la pinta no es todo lo buena que pudiera ser, he de confesar que están TREMENDOS.
Ahora que a todos nos ha dado por seguir el fenómeno de la “Healthy Life”, a parte de incorporar a mi rutina el ejercicio en el gimnasio, el running y una alimentación más sana...he decidido cambiar los “snacks” de media tarde por uno de estos.
Puedes hacerlos de casi cualquier cosa... Yo según he ido probando, hay unos ingredientes que aunque también los puedes cambiar, son siempre la base. Yo siempre les echo:
Yo lo que hago es intentar poner tan sólo una fruta, y el resto todo verduras. Podemos incluir también calabacín (retirando la piel, porque a veces amarga), hojas de espinacas, etc. También se puede añadir semillas tipo chía, sésamo, cáñamo, quínoa, etc... Yo la que he probado es la CHIA, y como me gustan los tropezones, lo mezclaba en yogurt. Leí los increíbles beneficios de estas, y me decanté por ellas...con este Curriculum, ¿cómo no escogerlas?
La chía es una semilla de origen maya, y significa “fuerza”. Ya hace miles de años las civiliazaciones azteca y maya, hacían uso de ellas debido a su gran aporte alimenticio. La semilla de chía contiene vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales, con numerosos beneficios. Como no aportan ningún sabor fuerte a tus comidas, puedes utilizarlo como aliño en ensaladas, zumos, yogures, bizcochos, y un largo etcétera. No contienen glúten y están cargadas de Omega 3, antioxidantes y fibra. Sus nutrientes son:
5 veces más la cantidad de calcio que la leche.
3 veces más la cantidad de antioxidantes que los arándanos.
3 veces más la cantidad de hierro que las espinacas.
2 veces más la cantidad de fibra que la avena.
2 veces más la cantidad de potasio que el plátano.
2 veces más la cantidad de proteinas que cualquier verdura.
Está claro, que hablamos de la misma proporción de alimentos, es decir, para comerte el mismo potasio que un plátano, por ejemplo, hay que ingerir mucha más cantidad de una cucharada, pero a la vez, ese pequeño aporte, tiene 2 veces más propiedades que la misma cantidad de plátano.
Como todo en la vida, hay que pillarle el puntito, y aquí cada uno, tenemos que cogerle el punto a nuestro sabor preferido, hay quien prefiere sabor más fuerte, más dulce, etc, y ya es ir jugando con las cantidades.
Espero que os sirva de ayuda y que dejéis volar vuestra imaginación, porque está “rico rico” y es suuuuper sanote. Todo crudo y sin procesar.
¡Os dejo, que me tengo que hacer uno! Ñam, ñam.
Ahora que a todos nos ha dado por seguir el fenómeno de la “Healthy Life”, a parte de incorporar a mi rutina el ejercicio en el gimnasio, el running y una alimentación más sana...he decidido cambiar los “snacks” de media tarde por uno de estos.
Puedes hacerlos de casi cualquier cosa... Yo según he ido probando, hay unos ingredientes que aunque también los puedes cambiar, son siempre la base. Yo siempre les echo:
- Una fruta de temporada.
- Espinacas congeladas (así me aseguro que está fresquito, y no agrego agua).
- Medio limón (su jugo, aunque yo lo lavo y lo echo con piel y todo...).
- De forma adicional, si tengo algunas verduras que están a punto de echarse a perder, pues también lo echo... es decir, que tengo lechuga que empieza a ponerse lacia, o brotes de canónigos...”pa'dentro”.
- Un “chorrito” de sacarina líquida.
Yo lo que hago es intentar poner tan sólo una fruta, y el resto todo verduras. Podemos incluir también calabacín (retirando la piel, porque a veces amarga), hojas de espinacas, etc. También se puede añadir semillas tipo chía, sésamo, cáñamo, quínoa, etc... Yo la que he probado es la CHIA, y como me gustan los tropezones, lo mezclaba en yogurt. Leí los increíbles beneficios de estas, y me decanté por ellas...con este Curriculum, ¿cómo no escogerlas?
La chía es una semilla de origen maya, y significa “fuerza”. Ya hace miles de años las civiliazaciones azteca y maya, hacían uso de ellas debido a su gran aporte alimenticio. La semilla de chía contiene vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales, con numerosos beneficios. Como no aportan ningún sabor fuerte a tus comidas, puedes utilizarlo como aliño en ensaladas, zumos, yogures, bizcochos, y un largo etcétera. No contienen glúten y están cargadas de Omega 3, antioxidantes y fibra. Sus nutrientes son:
5 veces más la cantidad de calcio que la leche.
3 veces más la cantidad de antioxidantes que los arándanos.
3 veces más la cantidad de hierro que las espinacas.
2 veces más la cantidad de fibra que la avena.
2 veces más la cantidad de potasio que el plátano.
2 veces más la cantidad de proteinas que cualquier verdura.
Está claro, que hablamos de la misma proporción de alimentos, es decir, para comerte el mismo potasio que un plátano, por ejemplo, hay que ingerir mucha más cantidad de una cucharada, pero a la vez, ese pequeño aporte, tiene 2 veces más propiedades que la misma cantidad de plátano.
Como todo en la vida, hay que pillarle el puntito, y aquí cada uno, tenemos que cogerle el punto a nuestro sabor preferido, hay quien prefiere sabor más fuerte, más dulce, etc, y ya es ir jugando con las cantidades.
Espero que os sirva de ayuda y que dejéis volar vuestra imaginación, porque está “rico rico” y es suuuuper sanote. Todo crudo y sin procesar.
¡Os dejo, que me tengo que hacer uno! Ñam, ñam.