¡Buenos días a todos!
Os tengo abandonados, lo sé. Pero la vida no me da más de sí. Justo estos días atrás, he estado leyendo algunos de mis post, donde todavía estaba embarazada, y no sabía la magnitud de lo que se venía encima. Y también, en cómo de rápido pasa el tiempo. Es increible.
Bueno, no me enrrollo más. Os debía el siguiente post del viaje de la costa Oeste. Se está acumulando el trabajo, porque también tengo pendiente hablar del primer viaje en avión con un bebé de 3 meses (el del año pasado) y como me duerma en los laureles, se me va a juntar con las vacaciones de este año. … Jejeje, en fín, allá va.
Amanecímos en Kanab, bien tempranito. Ya teníamos la hora cogida, y además, allí cada vez que cambias de estado, sumas o quitas una hora con una alegría...así que eso también nos tenía un poco descolocados. La entrada a Antelope Canyon era la única entrada que no llevábamos comprada desde aquí. Fuimos enseguida a comprarla, aprovechando que era temprano. Nuestra sorpresa llegó cuando en dos de las agencias locales que había estaba todo completo. Estaba a punto de que me diese un patatús, cuando por fín en una, nos explicaron que podíamos intentar ir al Lower (en Antelope Canyon hay dos partes, la alta y la baja, la alta es la más masificada y la Lower como se supone que es menos impresionante, suele tener menos afluencia de público). Y allá que fuimos.
Antelope Canyon es un parque formado por dos cañones (como he comentado anteriormente). El Upper que tiene forma de A, y es por eso por lo que se forman los halos de luz que tanto impresionan, y el Lower es en forma de V donde a veces la parte del suelo es tan estrecha que sólo cabe una persona. Dependiendo a qué parte del cañón vayas (upper o lower) es mejor una hora u otra para verlo. Yo llegué pensando que la mejor hora eran las 12 del mediodía, pero eso sólo es para el Upper porque es cuando los rayos de luz al estar el sol en su punto más alto, se cuelan entre la estrechez del cañon, permitiendo que se formen los halos. En el Lower, por el contrario, como tiene forma de V, es mejor no ir a esa hora porque está completamente iluminado, y carece de tanto contraste. Fuimos a eso de las 9,45h. Te acercan hasta casi el comienzo del cañón en una camioneta/4x4.
Nosotros fuimos al Lower, y tuvimos que descender por unas escaleras. Vimos los halos de luz, aunque supongo que en el Upper habría más. Pero tengo que decir que el Lower me FASCINÓ. Es de los parques que más me gustaron. INCREIBLE, de verdad. Hay que vivirlo para sentirlo. Además el guía era un experto en fotos y nos hizo buena cantidad de fotos tanto con la cámara réflex como con el móvil.
Después de quedarnos boquiabiertos en Antelope Canyon y de los nervios que había pasado por si no lo podía ver… fuimos a conocer Horseshoe Bend. Un meandro formado por el rio Colorado que quita el hipo. Y tanto. Yo fue ahí donde fui consciente de que tenía vértigo del bueno. ¡¡ Si yo jamás tuve vértigo antes!! ¡ Ay, madre, que me hago mayor!
Llegar a Horseshoe Bend es agotador. Entre el calor que hace allí, y que tienes que dejar el coche en un parking de tierra, y subir por un camino, unos 20 minutos largos… Pero merece la pena. Es precioso. Es algo similar a nuestras hoces del río Duratón, pero a lo bestia. Porque allí, en Estados Unidos, todos los parques son a lo bestia.
“Foto aquí, foto allá. Ponte aquí… Noooo, quítate de ahí Jose, que te vas a caer… ¡¡¡Ay madre, que se despeña este chico!!!!”
Después del book de fotos y de mi microinfarto con el precipicio, fuimos a Page, para comer algo y ya luego poner rumbo a Monument Valley.
Lo de las comidas en EEUU es un caso. Como iba embarazada y siendo primeriza, estaba un poco paranoica con el tema de la Listeria, E-coli, Salmonella y Toxoplasmosis. Pues una odisea cada vez que pedía un plato, porque no entienden que no puedes tomar nada crudo...les pides que te pasen las cosas por la plancha...y después de cocinarte todo, te ponen verduritas a modo de decoración por todo el plato. A tomar por saco. ¡¡Que no lo quiero, que se contamina!! Pues nada. No había manera.
Después de comer, nos pusimos camino a Monument Valley. Llegamos a nuestro hotel, el Goulding’s Lodge. Estaba justo en frente del parque, a unos 3 kilómetros calculo.
Aquí es donde viene el acierto del coche. Normalmente cuando uno va a la Costa Oeste para hacer un Roadtrip, piensa en un mustang descapotable. Pues bien, nosotros llevábamos un todo camino que era amplio para llevar miles de maletas, la nevera portatil, y comida… y a veces nos faltaba sitio. No quiero imaginar donde guarda la gente las cosas cuando se cogen el mustang descapotable, teniendo en cuenta que a penas tiene maletero porque es donde guarda la capota. Esto si que es un misterio, y no las caras de Belmez.
Cuando llegamos para entrar al parque, regentado por Indios Navajos, y después de que te sangraran por entrar (aquí el pase anual de los parques no vale, igual que pasa en Antelope), vimos como la gente se quedó en tierra, sin poder hacerlo o hacerlo con verdaderas dificultades, porque el terreno es muy angosto, con mucho desnivel, y si no llevas un todo terreno, estás perdido, y los bajos de tu coche j*didos.
Hicimos el recorrido con nuestro coche, grabando y parando donde se nos antojaba. Estabamos en el verdadero escenario de todas las películas del Oeste que te ponen en Telemadrid a las 16h de la tarde. Era chulísimo. Cuando ya hicimos todo el recorrido y nuestras cámaras estaban sin bateria, volvimos al hotel, pusimos todo a cargar y cenamos en la habitación que teníamos reservas para un regimiento. Y a descansar que al día siguiente tocaba madrugón.
Nuestra habitación, la terraza, tenía justo la vista al parque, por lo que nos permitió tener una vista privilegiada para ver el amanecer . De los mejores amaneceres de mi vida. Fascinante. Si esto me lo permite, os pongo un fragmento del video que grabamos. Teníamos la Go-Pro, los móviles, y las dos cámaras reflex grabando y fotografiando cada X segundos. Nosotros sólo estábamos sentados contemplando tal maravilla. Ese día nos pusimos el despertador a las 5,50 am… y creo que fue de los mejores despertares. Maravilloso.
Desayunamos en la terraza, después de que el sol asomara de entre los “monumentos”. Ahora recuerdo la serie de “WestWorld” y normal que me gustara tanto… sólo con el Intro, ya me hace retroceder en el tiempo y revivir todos estos recuerdos.
Recogimos con pena nuestras cosas y otra vez en carretera. Nos costó casi 1hora y algo hasta que abandonamos la zona de Monument, porque parabamos cada rato para hacernos la típica foto de la carretera con el monolito de fondo...La carretera donde Forrest Gamp para de correr. Fotos, fotos y más fotos...y a ver...¿ como manejo yo las 5000 fotos que hicimos del viaje? Tuvimos que comprar un disco duro de 2 tb para hacer copias de todo y de todas las fotos.
Todavía nos quedaba bastante viaje, aunque ya habíamos llegado al ecuador. Proxima parada… GRAN CAÑÓN DEL COLORADO.
¡Wow!
Bye bye! See you soon.