Hace ya bastante tiempo que no escribía en el blog. Ha sido un tiempo de vivir al máximo y sin pensar, y es que he sido mamá.
Bueno, me ha costado mucho escribir este post. Es un post algo delicado y sobre todo personal. Es el post de la vida que viví en estos meses de baja por maternidad. Ha sido una vida feliz y plena, pero con sus “arrrgggsss” como en la cuore.
La llegada de un bebé a tu vida, te da muchísimas alegrías, pero también muchas situaciones difíciles que se complican más aún cuando estás cansada, no duermes bien, no tienes tiempo para tí y encima te ves horrible.
Todo el mundo opina sobre si lo haces bien o mal, sobre si el/ella con su bebé hace esto o lo otro, y si tomas una decisión es mejor que hagas otra cosa o todo lo contrario. El caso es opinar. De todas las opiniones que he recibido, en realidad habría pedido un 2%. Las otras, me venían gratis.
¿y qué hay de eso de comparar a los niñ@s? El caso es que si el niño de tu vecina con 4 meses ya come chuletas, el tuyo también. Y si además estás en la liga de la Lactancia Materna, apaga y vámonos. Porque según dicen, ahora hay “mucha tonteria”, y si tu te las ves canutas para darle pecho y seguir tus instintos, es mejor que lo soluciones todo con un biberón y todos tus esfuerzos se vayan al garete... ¿como vamos a comparar la calidad de la leche materna -aunque sea menos cantidad- con la leche de fórmula? Con la cantidad de defensas y cosas raras que tiene!! mejor la fórmula que engorda más y está el niño más lustroso... (modo ironía ON, claro).
Queridas mamis primerizas.. Deciros que si estáis leyendo esto, que no os pase como a mí ( y eso que yo he luchado contra todo esto, pero a veces, me permití el lujo de dudar y eso jamás debí hacerlo). Estamos programadas para ser madres. Seguid siempre vuestro instinto, y estará bien. No digo que no haya que escuchar a los demás, pero sobre todo que prevalezcan vuestros instintos. Nadie mejor que vosotras conocéis a vuestro bebé. Cada bebé es único e inimitable. No caigáis en el error de comparar.
Al principio, si estáis cansadas, mirad por vosotras. Racionar las visitas al máximo (yo aquí suspendo y con nota negativa por debajo de cero...). Priorizar en vuestro descanso. La gente puede esperar a ver al bebé. Quien bien te quiere te comprenderá y no juzgarán tus decisiones.
Si no eres primeriza, pero tienes alguna amiga o familiar en esta situación, lo mejor que puedes hacer es RESPETAR su decisión.
Déjate ayudar por los más cercanos, que te ayuden en casa, con el bebé, y con tuppers de comida.
Un pilar importante, y sobre el que te sujetas, es tu pareja. Es tan importante que sepa comprender también tus altibajos, tus cambios de humor, provocado por las hormonas y también por el cansancio acumulado. Jamás te has sometido a tanta presión durante tanto tiempo. Si eres pareja de una mami primeriza (o sea un papi primerizo), te puedo aconsejar que no dejes de mimar al bebé y a la mami. Que sobre todo, confíes en ella y en su criterio ( y en el tuyo). Entre los dos, tenéis que cuidar y criar a vuestro bebé, y lo que hagan los demás está de más (como la canción de Mecano). No importa lo que os digan. Tenéis que seguir vuestro sentido común. Los primeros meses son muy duros, después de arrastrar la última etapa de embarazo que es agotadora, el parto (le dedicaré otro post) y luego la llegada del bebé. A penas se duerme, no tienes tiempo de hacer nada porque cada 3 horas necesita comer el bebé...y son cada 3 horas desde que empieza. Teniendo en cuenta que en comer puede tardar una hora y luego hay que sacar gases, y cambiar pañales , etc.. Tienes tres cuartos de hora escasos para hacer cualquier cosa que tengas pensado hacer. La mami además las primeras semanas estará agotada y malherida del parto, hecho que se añade al “malestar”.
Otro tema a debatir es tu cuerpo. Ese cuerpo que ahora no reconoces. Ese cuerpo que te ha dado lo más bonito que tienes, que ha sido capaz de crear VIDA. Hay que ser permisiva y sobre todo, intentar quererte más que nunca. Jamás has dado más de tí misma, que en esta etapa de tu vida. Ha cargado un peso extra durante 9 meses, un cambio de hormonas brutal, retención de líquidos y grasas para poder criar después al bebé. Ese cuerpo que ha estado tirando de tí todo este tiempo, y que también se merece un descanso y sobre todo, un RECONOCIMIENTO. Mímate y déjate mimar.
No importa si tu ropa de siempre, no te la pones hasta pasado un año, es sólo ropa. Te podrás comprar otra más grande o más pequeña...pero tu bebé no lo puedes comprar en ningún lado.
Y esto te sonará a tópico, pero DISFRUTA AL MAXIMO del bebé. Es verdad eso que dicen, que el tiempo vuela.
Espero que os haya gustado.
¡Hasta pronto!