Bueno, sí, lo aplicamos, cuando recientemente lo hemos hablado con alguien y queremos apuntarnos un punto.
La inteligencia emocional, es tan positiva que deberíamos tenerla como asignatura obligatoria en el colegio, mejor que ética o religión (mejor no entro en temas escabrosos..).
Nos iría mucho mejor a todos, con la empatia como protagonista en nuestras vidas. Ponerse en el lugar de otras personas, y llegar a entender su postura, sin tener por qué compartirla. Desarrollar el respeto desde pequeños, y crear un equilibrio entre lo sentimental y lo racional.
En el caso de la Inteligencia Emocional, se puede trabajar para ir desarrollándola e ir avanzando en todos los campos de nuestras vidas. Aprender a ser más asertivo, escuchar (no oír), mantenernos motivados con nuevos retos y manejar nuestras emociones para que no nos desborden. De esta manera estaremos más satisfechos con nuestra vida, y mejorarán nuestras relaciones sociales en todos los ámbitos de nuestra vida.
Os recomiendo encarecidamente el libro de Daniel Goleman “La inteligencia Emocional”, y si ves que es muy denso (explica también procesos biológicos de las neuronas y donde se producen esas “sensaciones” dentro de nuestro cortex cerebral), también te invito a que analices un poco más a fondo, “La Vida es Bella” de Roberto Benigni y “En busca de la Felicidad” de Gabrielle Muccino. Ambas hablan sobre la actitud de las personas ante las adversidades, y cómo un enfoque positivo, siempre nos ayudará mucho más en la consecución de nuestros objetivos.