Si muchos supieseís lo bien que se puede comer, evitando ciertos ingredientes...Aquí os presento mi tuneado de “comida basura” que la hace saludable, y apetecible, a la vez que poco calórica.
Lo que hago es, hacer la masa de pizza, pero con harina integral y algo menos de la mitad de aceite de lo que se echaría normalmente. En el sabor de la pizza no lo vamos a notar con el resto de ingredientes y es una forma de comer fibra. Podéis sacar la receta de Karlos Arguiñano, que lleva poquito aceite, y si a eso le sumas que vas a compartir la pizza, pues no tocas a casi nada de aceite. Yo la hago con la Thermomix, y quito prácticamente más de la mitad del aceite. Os dejo el link de Karlos con el video explicación:
Masa de pizza por Karlos Arguiñano
Después, una vez amasada y dada la forma que prefieras (redonda, cuadrada...a tu gusto), yo la dejo muy muy finita, como de 0,5 cm de grosor, encima del papel de horno. Le pongo tomate triturado natural, unas lonchas de pavo bajo en grasa, y aquí ya dejo mi imaginación libre y la nevera también...¡Todo tipo de verduras! Suelo echar:
- Calabacín en rodajas
- Berenjena en rodajas y con su piel.
- Troceo todo tipo de pimientos, rojos, verdes e incluso amarillos.
- Cebolla.
- Puerro cortado muy finito, para que no de la sensación de que haya hebras.
- Champiñones laminados.
Muchas veces, si voy con prisa y no puedo entretenerme en trocear verduras, en Mercadona venden una bolsita de verdura troceada especial para fajitas, freir, etc...hay dos tipos de bolsitas, yo he utilizado las dos, y está igual de buena.
Luego, le echo un poco de albahaca, orégano y un pelín de pimienta negra.
Espolvoreamos la mozarella light para pizzas... y ¡voilà! Al horno, previamente precalentado, 200ºC unos 30 minutos.
Riquíiiisima y saníiisima.
¡A disfrutar se ha dicho!