Llevo un tiempo soñando con otras cosas, con cosas que jamás me imaginé que soñaría.
Llevo un tiempo con una sonrisa perpetua en la cara, con los ojos llenos de ilusión, con la incertidumbre de si lo haré bien, con la cabeza a mil por hora, pensando en todo lo que tengo por hacer, y a todo a lo que voy a tener que renunciar. Renunciaré con ganas, y sin pesar, porque así me lo pedirá el cuerpo.
Llevo un tiempo con la magia dentro de mí.
En estas fechas tan señaladas para estar con los que más quieres, yo cumplo mi sueño de vivir estas fechas, junto al gran amor de mi vida. Es algo inexplicable. Por mucho que quieras ponerte en la piel de otras personas, jamás se vive de la misma forma que en primera persona. Es indescriptible. Es una sensación única, que te transforma como persona, que te marca otras prioridades, que te hace sentir la persona más débil del mundo y a la vez, la más fuerte... Débil porque cualquier cosa que pueda pasarle, podría ser tu peor pesadilla. Fuerte, porque matarías o morirías por él. Él, tu gran amor, llega a tu vida y la transforma. Le da otro sentido.
Por eso, estas Navidades, ya comienzan a ser las más especiales de mi vida. La de nuestro proyecto común, Jose. Fruto de nuestro amor, comprensión, y aunque con altibajos como todo el mundo, salimos siempre airosos...¿por qué será? Porque os quiero, os quiero a los dos. Gracias por apoyarme tanto, y mimarme tanto. Gracias por tomarme la mano, e ir juntos a este nuevo mundo.
FELIZ NAVIDAD A TODOS, y os deseo de todo corazón una Navidad tan especial, que jamás olvidéis.
Nía.