Podría proponer, que escojamos una persona de tu entorno, que te apetezca sorprender, y piensa en algo que tú puedas hacer para que esa persona se lleve en un día próximo, una grata sorpresa. ¿Por qué no nos proponemos más veces este tipo de cosas? Hacer cosas “chulas” por los demás, siempre nos afecta positivamente empezando por el estado de ánimo, y automáticamente nos saca una sonrisa, al tener que pensar en esa persona a la que queremos sorprender. Puede ser a tu pareja, a un amigo, a tus padres, a quien sea... el caso es hacer feliz por un momento a una persona que quieras.
Me encantaría saber la lista de personas que han hecho en su día un acto de felicidad hacia otra persona. Si todos hicieramos lo mismo, de manera aleatoria, seríamos más felices recibiendo sorpresas. No tienen por qué ser materiales (aunque puede ser una simple nota, enviar una carta postal, o incluso tener un pequeño detalle ...porque sí), puede ser incluso esperar a la salida del trabajo, o simplemente decir a esa persona algo de corazón.
A lo largo de un tiempo, he organizado una fiesta sorpresa, a mí también me la han organizado y a su vez, me han pedido participar para otras sorpresas. Por suerte, me rodeo de personas que me dan sorpresitas varias...Incluso mis compis de trabajo. El año pasado mi compi, me dejo una carta-felicitación muy bonita, junto con un chicle (parecerá de coña, pero yo sé que de quién venía, era todo un regalazo). Este año otras dos compis, me mandaron un mail para darme la tarde libre. Mi compi repostera, me sorprendió con una tarta de “caerte-pa-trás” de lo rica que estaba (Nutella llevaba, no os digo más). Mis padres, que siempre me sorprenden con sus regalazos. Mi hermano con sus cosas hechas a mano. Mi chico con sus ocurrencias, mi caja de besos. Amigas que me llaman con noticias inesperadas. Visitas al trabajo para alegrarme la tarde. Amigas que te regalan su tiempo en un magnífico spa... ¡Qué maravilla poder contar todo esto!
Os contaré mi propia fiesta sorpresa... Como no , mi “maridín” me organizó una super-fiesta sorpresa de disfraces ochentera. Fué auténtica, porque para mayor sorpresa, me hizo creer qie íbamos a irnos un fin de semana fuera. Me tuvo dando vueltas a la M-40 durante una hora y media. Yo mareada a más no poder, y con unos cascos con música muy alta para despistarme más y que no oyera ni viera nada ( con los ojos tapados, en el coche dando vueltas, ¡vaya colocón que me pillé!... la verdad, que sale más barato que pedirte 4 cubatas un viernes-noche..). Para sacarme del coche, todo un show...Seguía sin ver, así que “a lo trenecito” me dijo, sígueme...y yo le seguía, haciendo lo mismo que él hacía... Como si estuviera a punto de entrar en una cueva, tenía que ir agachada, saltar, esquivar obstáculos...¡Nada! Todo mentira, ¡que estábamos en el garaje!. En fín, verme era un show. Cuando llegué al supuesto sitio de fin de semana, me vino un aroma familiar...era el olor de entrada de mi propia casa...pero no me dió tiempo a reaccionar, porque ahí estuvieron todos, al grito de : ¡SORPRESA!
Fué de lo más emocionante. Ver a todos mis amigos ahí, poniendo de su parte, participando en el disfraz y prácticamente todos disfrazados. Más que la fiesta en sí, y los regalos, lo que más ilusión me hizo, fué la gente que puso de su parte, participando con alegría para sorprenderme...es decir, me encantó la INTENCIÓN. Me encantó ver, como todos caminaban en la misma dirección, cómo ayudaban a mi pareja en los preparativos, y en definitiva, como todos aportaban su granito de arena. Gracias a todos por venir, y en especial, a mi chico, que hizo que todo fuera perfecto.
Me encantó que mi amiga me eligiera para leer en su boda. Estuve pensando que poner una semana antes, porque aún no había preparado nada...y luego pensé: “No tienes nada que pensar, ¡déjate sentir!”, y así lo hice. Estaba como un flan, con miedo por si resultaba “repipi” todo lo que la tenía que decir...pero después de leer, supe que había dicho lo correcto, lo que sentía. Todos me dijeron que fue muy emotivo, y con eso , me bastó.
Me encanta participar en este tipo de cosas, e involucrarme. Me joroba incluso cuando hay personas que les parece un rollo tener que disfrazarse, leer o tener que hacer algo fuera de lo habitual. La chispa reside en hacer siempre cosas distintas, y sobre todo, hacer cosas que te gustaría que hicieran por tí. Por ejemplo, la típica “chorrada” de firmar en una tarjeta...me gusta tomármelo en serio, y poner algo bonito de corazón, algo que esa persona lea dentro de años y siga provocándole un sentimiento. Para sólo firmar, no gasto tinta.
¿y tú, a quién vas a sorprender hoy? Buen fin de semana...¡Nos vemos el lunes!