Últimamente me encuentro algo nostálgica. Quizás sea, porque la gente también me sorprende para bien.
La semana pasada tuve que asistir a un curso de trabajo, y coincidí con una compi que hacía tiempo que no veía. Me encantó volver a ponernos al día, y sobre todo, que me dió una agradable noticia, y además me hizo partícipe de ella. Pensé que pese al tiempo que hacía que no hablabamos o nos veíamos, el aprecio y el cariño, siguen ahí. Me hizo muchísima ilusión. Saber que cuentan contigo, y que quieren seguir de alguna manera, teniendote en su vida.
Dentro de poco quedaré con mis amigas del cole, que nos conocemos hace la friolera de .. ¿27 años? Se dice pronto. Me hace mucha ilusión recordar, cuando quedábamos algún fin de semana para ir a alguna casa, hablar de chicos, o contarnos nuestras cosas. Pese a ir a institutos distintos, incluso vidas muy diferentes, y vernos una vez al año...ahí estamos. Tengo buenísimos recuerdos de cuando entre diario, quedábamos para cenar y nos daban las 2 de la mañana. Curiosamente no hemos ido a cumpleaños y otros eventos, pero no sé...es una relación rara y a la vez, ¡me encanta!. Quizás sea porque para nosotras no hace falta un día concreto para celebrar algo...si teníamos que celebrar algo , quedábamos y si teníamos que desahogarnos, quedábamos también. No hay una rutina, ni una regla. Me gusta. Me encanta que no pase el tiempo entre nosotras. Que vayamos al grano.
Que una ex-compi de trabajo, vea una imagen, y la sugiera acordarse de tí... Esas cosas, no tienen precio. Porque a lo mejor un día, te sientes, abandonada, frustrada con el mundo, y desgastada, y esa “tonteria” de que se acuerden de tí, y te publiquen una imagen en tu muro....te da energía para 10 días. Y cómo no, acordarme de que hace 6 años que no trabajamos juntas, y de cuando nos quedábamos en la oficina a sacar trabajo adelante hasta las mil (y una noches...) y nuestras conversaciones sobre la vida, la gente, las costumbres, los baches... éramos compañeras...de fatigas, de mesa y de complicidad. Que con sólo decirnos “Era Margarita, la del crucero...” ya sabíamos lo que había...( jejeje ;D). Ha sido mi otra gran maestra, sin desmerecer tampoco la poca, pero intensa relación con mi tutora cuando aterricé en mi trabajo. Alguien a quien también admiro, más de lo que ella cree o sabe.
En realidad, miro atrás, y tengo la gran suerte de haber trabajado con un equipo increíble. Incluso en mis problemas personales, han estado ahí, con su apoyo, en la medida en que ellos podían. Una vez , recuerdo que quise agradecerles todo el apoyo que me habían dado...y otra gran compi, me dijo: “Virgi, no tienes que agradecer nada...cada uno recoge lo que siembra...”. Me hizo llorar muchísimo.
En realidad, todo esto surge, porque como todo el mundo, pese a que soy positiva, tengo mis días, y pese a todo, he de reconocer que necesito agarrarme a todo lo bueno que tengo, y pararme a pensar en todo lo bonito que me pasa y quienes me rodean. Me quedo con lo bueno.
Moraleja...Antes de que mi compi, compartiera esa foto en mi muro, estaba un poco apática. Eso me ha dado un giro, y me ha hecho pensar en todas las personas, que me aprecian y que no veo o hablo con ellas a diario.
Piensa en todas las personas que se preocuparían por tí, si supieran que lo que hoy te pasa, se soluciona con un abrazo.
Os mando un gran abrazo a todos, en los que pienso, aunque no os vea tan a menudo.
Gracias. Muchas gracias.