¿Os habéis parado a pensar, si los demás te ven, como tú te ves? Es una pregunta que muchos nos hacemos y que poca es la gente que te dice realmente cómo te ve. A todos nos gusta que nos digan, todas las cosas positivas y negativas que tenemos de forma asertiva. Bueno, error, a todos no. Hay gente que ni se ve, ni se quiere ver... o mejor dicho, no le gusta que le digan las cosas negativas (yo en ese caso, tampoco le digo las positivas...porque al que no quiere saber...).
En realidad todo lo que nos rodea, es por algo. Si una persona no tiene amigos, o cuenta con pocas personas a su alrededor, algo va mal. El ser humano está “hecho” para vivir y crecer en sociedad, y cuando me topo con una persona que no tiene mucho entorno, me saltan las alarmas.
Para nada quiero decir que este tipo de personas, sean malas, PARA NADA y que no se malinterprete...Pero quiero decir que algo de lo que han hecho o están haciendo, está o va mal.
Uno a lo largo de su vida, pasa por el propio barrio donde vive, el colegio, instituto, academias, grupos deportivos, universidad, trabajos...no sé, me cuesta creer que en ningún sitio haya creado lazos de unión con distintas personas, con las que en mayor o menor medida, tengas afinidad.
Hay gente que va haciendo grupos, y le duran poco...Entonces es cuando hay que plantearse ¿Qué hago mal? Por lo pronto , hay que quitarse la coraza y asumir errores. Y por mucho que nos duela, hay que externalizar el enfoque, y verlo desde otra perspectiva.
Para empezar, la gente no quiere rodearse de gente que siempre se queja. Al principio, una queja es un motivo de conversación y contraposición de opiniones. Pero estar así, quedada tras quedada, acaba aburriendo. Si no son quejas como tal, tampoco nos gusta rodearnos de gente llena de reproches. La típica persona que en cuanto te ve, te cuestiona. Te hace un tercer grado, del por qué no has contado con ella para esto o lo otro...
Si quieren estar contigo, al final, están o al menos hacen lo imposible por estar. Cuando digo que hacen lo imposible, me refiero a realizar un mínimo esfuerzo. Si las personas no realizan ese mínimo esfuerzo, pregúntate , por qué es... Quizás no le intereses tanto como pensabas, quizás a tí tampoco te interesa.
Las personas monotema, también aburren, y si es politema, pero es.. “solo-hablo-yo-conmigo-mism@”, también. Conozco a personas que hacen preguntas retóricas y se contestan así mismos...y yo pienso...”¿qué pinto en esta conversación?”.
Ni que decir tiene, y que no voy a pararme a describir, las personas que malmeten y que se pasan la vida criticando. Las personas envidiosas, mejor las evitamos. La envidia saca lo peor de las personas, y lo peor de todo, es que se nota.
Con esto no pretendo hacer ninguna crítica destructiva ni que nadie se sienta aludido...Al revés, yo me meto en el saco, y comento este tipo de situaciones porque en muchas de ellas, he sido yo la principal protagonista. Incluso me atrevo a decir, que yo siempre o casi siempre, al principio caigo mal. Y de hecho, este post me ha surgido, porque hablando de una persona que salía en un reality de televisión, surgió el tema de cómo te ve la gente, con mi pareja, y bromeando, me comparó con esa persona del reality...Y yo , ¡para nada me veo igual! Jajajaja, tengo temperamento, pero de ahí, a ser una arrabalera prepotente... (cachis, acabo de desvelar su privacidad y seguro que ya sabéis de quién hablo, jijiji ) Volviendo al tema que nos concierne, repito que yo he sido protagonista de muchas situaciones de estas, y por suerte, mi mente analítica ( y educación de mis padres) ha sabido pararlo a tiempo y darme cuenta de cuándo no iba por buen camino. Entonces hay que pararse a hablar , comunicarnos, y sin reproches, saber pedir perdón si nos hemos equivocado, o al menos escuchar a la otra persona decirnos qué le ha podido molestar. El hecho de tener una mente tan analítica tiene su parte positiva y también su negativa...porque me he pasado media vida, pensando en esto le molestaba a uno u otro, y más preocupada por el resto, que por pasármelo bien, la mayoría de las veces.
Esto no quiere decir, que no tengamos derecho a decidir con quién compartirmos nuestro tiempo en mayor o menor medida, y al fin y al cabo, se trata de que la gente con la que te rodees te aporten algo positivo en tu día a día. Yo lo que tengo claro, es que ¡NO QUIERO GENTE TOXICA EN MI VIDA! Sólo personas que me aporten positivamente, y si tienen algo negativo...simplemente aprender de sus errores, como aprendo también de los mios.
Por suerte, puedo asegurar, que mi entorno más cercano, es el mejor que podía tener....¡vosotros!
¡Buen día!
En realidad todo lo que nos rodea, es por algo. Si una persona no tiene amigos, o cuenta con pocas personas a su alrededor, algo va mal. El ser humano está “hecho” para vivir y crecer en sociedad, y cuando me topo con una persona que no tiene mucho entorno, me saltan las alarmas.
Para nada quiero decir que este tipo de personas, sean malas, PARA NADA y que no se malinterprete...Pero quiero decir que algo de lo que han hecho o están haciendo, está o va mal.
Uno a lo largo de su vida, pasa por el propio barrio donde vive, el colegio, instituto, academias, grupos deportivos, universidad, trabajos...no sé, me cuesta creer que en ningún sitio haya creado lazos de unión con distintas personas, con las que en mayor o menor medida, tengas afinidad.
Hay gente que va haciendo grupos, y le duran poco...Entonces es cuando hay que plantearse ¿Qué hago mal? Por lo pronto , hay que quitarse la coraza y asumir errores. Y por mucho que nos duela, hay que externalizar el enfoque, y verlo desde otra perspectiva.
Para empezar, la gente no quiere rodearse de gente que siempre se queja. Al principio, una queja es un motivo de conversación y contraposición de opiniones. Pero estar así, quedada tras quedada, acaba aburriendo. Si no son quejas como tal, tampoco nos gusta rodearnos de gente llena de reproches. La típica persona que en cuanto te ve, te cuestiona. Te hace un tercer grado, del por qué no has contado con ella para esto o lo otro...
Si quieren estar contigo, al final, están o al menos hacen lo imposible por estar. Cuando digo que hacen lo imposible, me refiero a realizar un mínimo esfuerzo. Si las personas no realizan ese mínimo esfuerzo, pregúntate , por qué es... Quizás no le intereses tanto como pensabas, quizás a tí tampoco te interesa.
Las personas monotema, también aburren, y si es politema, pero es.. “solo-hablo-yo-conmigo-mism@”, también. Conozco a personas que hacen preguntas retóricas y se contestan así mismos...y yo pienso...”¿qué pinto en esta conversación?”.
Ni que decir tiene, y que no voy a pararme a describir, las personas que malmeten y que se pasan la vida criticando. Las personas envidiosas, mejor las evitamos. La envidia saca lo peor de las personas, y lo peor de todo, es que se nota.
Con esto no pretendo hacer ninguna crítica destructiva ni que nadie se sienta aludido...Al revés, yo me meto en el saco, y comento este tipo de situaciones porque en muchas de ellas, he sido yo la principal protagonista. Incluso me atrevo a decir, que yo siempre o casi siempre, al principio caigo mal. Y de hecho, este post me ha surgido, porque hablando de una persona que salía en un reality de televisión, surgió el tema de cómo te ve la gente, con mi pareja, y bromeando, me comparó con esa persona del reality...Y yo , ¡para nada me veo igual! Jajajaja, tengo temperamento, pero de ahí, a ser una arrabalera prepotente... (cachis, acabo de desvelar su privacidad y seguro que ya sabéis de quién hablo, jijiji ) Volviendo al tema que nos concierne, repito que yo he sido protagonista de muchas situaciones de estas, y por suerte, mi mente analítica ( y educación de mis padres) ha sabido pararlo a tiempo y darme cuenta de cuándo no iba por buen camino. Entonces hay que pararse a hablar , comunicarnos, y sin reproches, saber pedir perdón si nos hemos equivocado, o al menos escuchar a la otra persona decirnos qué le ha podido molestar. El hecho de tener una mente tan analítica tiene su parte positiva y también su negativa...porque me he pasado media vida, pensando en esto le molestaba a uno u otro, y más preocupada por el resto, que por pasármelo bien, la mayoría de las veces.
Esto no quiere decir, que no tengamos derecho a decidir con quién compartirmos nuestro tiempo en mayor o menor medida, y al fin y al cabo, se trata de que la gente con la que te rodees te aporten algo positivo en tu día a día. Yo lo que tengo claro, es que ¡NO QUIERO GENTE TOXICA EN MI VIDA! Sólo personas que me aporten positivamente, y si tienen algo negativo...simplemente aprender de sus errores, como aprendo también de los mios.
Por suerte, puedo asegurar, que mi entorno más cercano, es el mejor que podía tener....¡vosotros!
¡Buen día!