Estoy tan relajada, que no estoy ni inspirada para escribir....pero hoy he hablado con una amiga, y la he visto tan estresada, que creo que todo el mundo debería saber hasta donde llegar.
Por supuesto que todos sabemos hasta donde llegar, pero a veces, el trabajo, los temas personales, sentimentales o de cualquier otro ámbito, nos superan. Esto es normal que pase...y si nosotros no tenemos la solución, y tampoco depende de nosotros, hay algo que sí podemos hacer. ¡Relájate!
He mencionado el tema de mi amiga, porque me ha dado "la idea", pero ahora hablo yo desde mi propia experiencia, por haberlo vivido en mis propias carnes.
Estamos tan metidos en la rutina y en los problemas que nos olvidamos de vivir. A veces, con tan sólo parar 5 minutos, para pensar "estoy aquí", es suficiente. El psicólogo no se cansaba de repetirme que tenía que vivir el momento, que parase y pensara sólo en ese instante. Tenemos que mentalizarnos, que no podemos estar en todos los sitios, que no podemos agradar a todo el mundo, y que cometemos errores como humanos que somos. Asumiendo eso, tenemos un 40% de la batalla ganada.
Tengo un entorno muy variado, y por regla general, vamos todos (y yo me incluyo) a mil por hora. Queremos estar en todos los sitios, no tardar tiempo ni siquiera en realizar el trayecto, y además ser perfectos en el trabajo, en casa, y con todos. He estado siempre poniéndome excusas por la falta de tiempo por las que no hacía determinadas cosas...pero al final no es una falta de tiempo, pero sí de interés. Al final, como todo en la vida, es cuestión de prioridades. Por supuesto, nada reprochable, cuando se tienen hijos...pero aún así, conozco gente que hace otras muchas cosas teniendo hijos y trabajando.
Todos tenemos 5 minutos para parar, para dedicarnos a nosotros ABSOLUTAMENTE. No pensar en nada, ni nadie, sólo en la tranquilidad que nos produce, estar sentados, o tumbados, metidos en nuestra burbuja. Habrá ocasiones en las que realmente no se pueda, pero que sean las menos...y no al revés.
Recuerdo cuando cogí las vacaciones de verano. Era la última en marcharme de la oficina, y prácticamente septiembre después de un duro verano...Cuando llegó ese mismo viernes por la tarde...Pedí un masaje descontracturante en casa, y después para quitarme los aceites, me dí un baño con sales en casa. No fue un baño normal....me tomé la molestia, de apagar la luz, encender unas velas y poner música para la relajación de fondo. Jamás lo había hecho y aún me acuerdo del tremendo placer que sentí. Es como sí todas las energías "negras", se diluyeran con el agua, y luego se fueran por el desagüe... (no, no era roña...si no, estrés ;P )
Ahora vuelvo a tener unos días de vacaciones, y esta tarde, me he hecho una mascarilla facial, y mientras esperaba a que hiciera su función, me he tumbado con los pies en alto, he encendido velas (me relajan muchisimo, y más si son aromáticas) e incienso, y he puesto esta música de fondo. Esto, por muy tontería que pueda parecer, me ha recargado las pilas.
Aprende a Relajarte.
Por favor, regálate tiempo y piensa en tí.
Cambia el chip.